A los estudios fragmentarios sobre las comunidades nativas que pueblan la Amazonía peruana se suma ahora una contribución global, la de Adrián Mendoza Ocampo que me es grato prologar.

 Aunque de modo breve esta obra introduce, certeramente y con lenguaje claro, a lo que con justa razón Mendoza Ocampo califica de “El espíritu milenario de la selva”. Y, en efecto, la grandeza alcanzada por la civilización ancestral que tuvo su asiento en la región andina ha actuado de faro enceguecedor, ocultando aquel “otro rostro del Perú”, la región amazónica, que cubre nada menos que las dos terceras partes del territorio del país.

 Tradición cultura vetustísima, la amazonía, se remonta a más de diez mil años según las apreciaciones de los especialistas. Una antigüedad esta que marcha pareja y que aún rivaliza con la exhibida por la tradición cultural andina, la que de acuerdo a Julio C. Tello se nutrió de sabía amazónica en sus albores.

 Adrián Mendoza Ocampo no sólo pasa revista a las peculiares costumbres que exhiben los grupos étnicos de la Amazonía peruana más conocidos. Penetran también en los entretelones de su cosmo espiritual, al traer a colación temas concernientes a la magia y al mito. 

 Su estudio no se limita, sin embargo, a ofrecer noticias de carácter etnográfico. También se detiene en enaltecer la tradición cultural amazónica, revelando sus logros. Por ejemplo el materializado por el cultivo de la yuca o mandioca, que en su variedad amarga debió ser procesada desde hace varios milenios para convertirla en comestible. La yuca fue aclimatada en la región andina en tiempos aurorales de la civilización peruana antigua y es consumida, en diversas formas, universalmente en el Perú y en los países tropicales de América dado su extraordinario poder alimenticio.

 Es de aplaudir la propuesta reivindicadora que subrayase a lo largo de toda la obra que comentamos, por la que su autor reclama poner fin a la suerte adversa que acompaña a las nativos amazónicos y a su territorio no obstante las leyes promulgadas para favorecerla. 

Felicitamos a Adrián Mendoza Ocampo, efusivamente, por su empeño en pro de un mejor conocimiento de las comunidades amazónica peruanas, y particularmente por su mensaje que es encendida invitación tendiente a que sean superados los múltiples y complejos problemas que aquejan a nuestra Amazonía.